Si deseas conocer la historia de amor de Elizabeth Barrett y Robert Browning desde un punto de vista distinto (desde el punto de vista de un cocker spaniel marrón oscuro, de orejas largas, pies endoselados con mechones, cola ancha y ojos color avellana, para ser exactos) este es tu libro. Virginia Woolf nos regala una panorámica del Londres victoriano desde la perspectiva, la mente y los ojos de un perro que nos acompañará como cronista de la historia. Este libro es el que me sacó de mi parón lector durante el confinamiento con su deliciosa prosa y bella edición y, como podéis imaginar, no pude evitar caer rendida a los pies de este adorable perrillo. |