Considero que es ilustrativo comenzar diciendo que Caja ha sido una historia tan fabulosa como su propio título anuncia ya que ha conseguido, por unos minutos, devolverme una veintena de años atrás y hacer que disfrute de sus páginas como seguro lo harán los niños que lo tengan en sus manos. El aspecto del libro, en tapa dura y en formato cómic a color, ya lo hace atractivo a primera vista. En su portada se nos presenta al joven Mateo charlando animadamente con una caja de cartón con una cara que ya de entrada nos resulta simpática. El hecho de que ambos porten herramientas de bricolaje nos anuncia que las aventuras de los dos amigos serán toda una oda a la imaginación de sus jóvenes lectores. Si bien es cierto que desde que leí el título me mostré escéptica acerca de la posibilidad de otorgar una personalidad atrayente a una simple caja de cartón, desde sus primeras páginas fui consciente de mi error al dudar de ello. La historia comienza con Mateo, un niño de alrededor de 8 años que encuentra una caja en la calle. Cuando decide recogerla para sus manualidades descubre que la caja está viva y que se convertirá en un gran amigo y compañero en su afición al bricolaje. Además, las circunstancias desencadenadas por la curiosa adopción de Caja, llevarán a que los dos amigos deban correr juntos toda una aventura en pos del mago que insufló vida a esta divertida caja de cartón. Si ya el argumento de por sí llama la atención por su originalidad, debemos destacar que sus páginas además fomentan una serie de valores para el joven lector. En primer lugar, y quizás el más vistoso, es la apología de la imaginación de los niños y, en ese mismo sentido, la defensa del juego analógico en el mundo dominado por lo electrónico. El hecho de que Mateo se haya encariñado de esa manera con una “simple” caja ya es una muestra de ello, pero lo es también todas las tareas que emprenden juntos (aunque con desigual fortuna) y siempre con el entusiasmo del personaje de caja que impulsa su optimismo y perseverancia, valores igualmente muy presentes en todo el relato. Por otro lado, la relevancia de la amistad y la fortaleza de los lazos que se crean al amparo de la misma, queda de manifiesto en todas las aventuras que los dos personajes superan a dúo y siempre sin plantearse el abandono del otro, aún cuando pudiera resultar una posibilidad más sencilla para el otro miembro de la pareja. Igualmente encontramos unos lazos familiares fuertes y basados en el respeto, amor y comprensión bilateral en el caso de Mateo y sus padres. Todo ello junto con la valentía, el humor, la disposición a la ayuda, etc. convierten al libro en una lectura más que recomendable para el público infantil al que se orienta. Para concluir considero que es necesario poner de relieve que no estamos únicamente ante una historia infantil divertida y constructiva, sino que además todo ello se desarrolla al hilo de un relato bien construido y desarrollado. El conocimiento y amor mutuo entre los dos amigos despertará y evolucionará siguiendo el cauce de sus aventuras, comenzando por un tímido titubeo por parte del sorprendido Mateo hasta finalizar en una verdadera amistad que ambos descubrirán en los momentos más difíciles de sus andanzas. Aunque parece claro que la historia se ha escrito como libro único, no quisiera quedarme con las ganas de señalar que bien pudiera parecer el comienzo de una serie que describiera las aventuras de estos dos personajes que han resultado funcionar tan bien unidos en el cómic. Lo que sí me quedan ganas de descubrir respecto a esta publicación que me ha hecho llegar Masa Crítica, son nuevos inventos e ideas disparatadas varias que se le ocurren a Caja en el libro y que podrían, a mi entender, tener una continuación muy bien acogida. + Leer más |