Tremenda obra de teatro, perteneciente a eso que llamaron gótico sureño . Los que tenemos una edad pudimos ver en nuestra juventud multitud de películas del Hollywood clásico que recreaban las obras de Tennesee Williams y demás autores de la época. Tremendos dramas donde se sacaba lo peor de cada uno, fruto de la mente atormentada de un autor que refleja las miserias de la familia, de la impostura social, la hipocresía, la falta de sentimientos por quien es diferente.Leer teatro no es fácil, no está hecho para ser leído y en todo caso me quedo con la película que adaptó esta obra, con Elizabeth Taylor, Katharine Hepburn y Montgomery Clift, que siempre merece la pena recuperar.
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