Empezamos por el final

He aquí un ejemplo de cómo catalogar de forma tan específica el género de un libro puede causar que el lector se pueda sentir si no decepcionado, sí al menos "engañado", al no encajar el estilo y la narración con lo que predetermina dicho género.


Este libro llegó a mis manos para una lectura conjunta de un thriller. Y así lo anuncia la editorial, como se puede ver en el comienzo de la sinopsis. Por eso según iba leyendo me llevé un pequeño chasco, un traspiés, cuando me encontré con una historia que gira en torno a Duchess, una niña de trece años que ha crecido demasiado deprisa, y su historia familiar, y no con una investigación que centre la atención.


Sólo al cambiar el "chip" según iba avanzando en la lectura, olvidándome de lo que se supone es un thriller, pude disfrutar de la historia.


Si tengo que dar una referencia para ver cómo es el libro, os diría que recuerda algo a Matar a un ruiseñor pero más oscuro.