Esta es probablemente la mejor novela de Wells que haya leído. Esperaba una historia de terror con un trasfondo de ciencia ficción, pero es mucho más compleja. Es una exploración profunda acerca de qué significa ser humano y ser animal, y hasta qué punto la violencia y los instintos pueden ser desterrados por la cultura y la civilización. El terror del libro reside en el descubrimiento de la bestia dentro del hombre. Sutil y fascinante.
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