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Alfie es un gato que dice no entender a los humanos, a pesar de estar acostumbrado a vivir con ellos. Lo que no sabe es que los humanos somos (probablemente) la raza de la Tierra más difícil de comprender porque nosotros mismos somos los primeros en incomprendernos constantemente. Eso es lo que parece que es escapa a sus patitas. Su historia es una aventura trepidante hacia una búsqueda para conocerse a sí mismo, a nosotros y juntarlo todo en una bolita para volver a ser quién era. O para volver a ser un nuevo Alfie. Ese es el misterio de esa historia, porque además de ser tierna, tiene un misterio constante, ya que Alfie se embarca en un problema tras otro para ayudar a sus compañeros humanos y gatunos. Es difícil que no se haga un hueco en el corazón, a mí me ha pasado y aprovecho para decir que nunca he sido de gatos. La voz de Rachel ha conseguido hacerlo muy fácil. Te pone en sus patas, te enreda en sus bigotes, entra en los sentimientos y te hace querer saber más. En mi opinión, llegué al último libro algo aburrida. Pienso que a medida que avanza la historia, esta se hace algo pesada y se desinfla bastante respecto al primer libro. Sin embargo, es una trilogía que te mantiene en calma y te hace desconectar de todo un poco, y que para pasar tiempo leyendo algo fácil y tranquilo, se adapta perfectamente. |
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