Los perros de este libro puede que sueñen con viajes espaciales, con bailar alzados sobre las patas traseras, quitarse el abrigo de piel al caer la noche y hacer el amor cara a cara. Sus amos, en cambio, sueñan con huesos, con mear al pie de las farolas, con lamerse los genitales, la caza, el bosque y el premio. Humanos que perseveran en su empeño de no claudicar, amordazados por los rigores de la vida doméstica. Siempre en connivencia con sus perros, testigos mudos... >Voir plus