Un día conocí está hermosura y me enamoré de ella. Entrar en su contenido me recordaba un viejo filósofo que habla de cuando se muere la edad de la razón y nos volvemos inconsecuentes, inconscientes y hacemos cosas en las que no nos reconocemos. Y me encontré con esta lectura y fue como redescubrir el joven filósofo, amante de la sabiduría que había en mi interior y aunque oculto no se quería ir. Y viví momentos como la canción de la Vida Profunda de Porfirio Barba Jacob. Y en cierto modo es triste hoy, que he terminado decirle adiós. Atrás quedan esas noches de insomnio a su lado, o esas tarde calurosas embriagandome a placer de sus palabras, esos momentos a solas con su filosofía. Una lectura fascinante, tan fascinante cómo podía ser. Tan elocuente con dos números cinco. Tan expresiva como la historia de la muerte de un idea y del amor. Al finalizarlo debo decir que me sentí un poco abandonado y un poco traicionado pero sabía aún desde el principio, que muy a mi pesar, habría un final. Gracias por esos momentos a tu lado. + Leer más |