Días de tempestad

Días de tormenta es la primera novela que leo de la española Brenna Watson y, desde ya, se ha convertido en una de mis autoras a seguir porque su modo de escribir y sumergirnos en la trama es una auténtica maravilla.
Brenna Watson crea una historia llena de sentimientos, en la que irrumpe en la alta sociedad londinense —como si de una tempestad se tratara— una mujer, la Americana, quien enseguida está en boca de todos al hacer entrada en su mundo de la mano de un respetado conde que lleva años retirado. Sin embargo, lo que ninguno de ellos imagina es que Temperance Whitaker esconde un gran secreto y está dispuesta a todo con tal de cumplir su objetivo: la venganza.
Con un ritmo incesantemente adictivo, la escritora se mueve por el Londres del siglo XIX como pez en el agua y demuestra su maestría al desarrollar un entramado de personajes y situaciones que, en su momento, encajarán a la perfección para, al finalizar el libro, dejarnos con ganas de más.
Me ha encantado su manera de introducirnos en la historia, cómo ha presentado a cada personaje, que haga referencia a relevantes figuras o acontecimientos reales y que, incluso, Temperance sea testigo de excepción de alguno de ellos. Los escenarios de la novela son increíbles y Watson los plasma con una naturalidad tal que nos sentimos allí mismo, junto a su protagonista. Es impresionante el ejercicio narrativo que realiza la autora, sobre todo teniendo en cuenta la considerable extensión de Días de tormenta.
Debo confesaros que se me encogió el corazón en más de una escena y, en concreto, se me llenaron los ojos de lágrimas cuando Temperance da cuerda a un reloj que atesora, parado, desde hace años. Aunque, poco después, acabé riéndome gracias a unas escaleras y al cabo de un barco (lo entenderéis cuando leáis el libro).
Sin duda, Brenna Watson ha llegado a mi universo literario para quedarse.