Sundial

En palabras de la autora esta es una novela sobre madres e hijas, sobre naturaleza y educación, sobre familia y libre albedrío, entendiendo todo esto como la base de lo que somos.

Es la primera vez que leo a Catriona pero no será la última, esta experiencia, a pesar de ser en ocasiones algo angustiosa y dura de leer, ha sido increíble.

Empezando por el manejo de la narrativa de la autora, cuando los capítulos estaban narrados por Rob se notaba que era una mujer adulta con muchos traumas la que hablaba, cuando los narraba Callie parecía una niña de 13 años y cuando leíamos los capítulos de Arrowood parecían escritos por una persona con una no muy buena prosa. Para conseguir esto creo que tienes que ser muy virtuosa y la autora lo ha conseguido de sobra.

Esta historia me atrapó desde la primera página, en un principio me recordó algo a Una cabeza llena de fantasmas, luego le vi algo similar a Guía del club de lectura para matar vampiros, pero eso fue solo en los primeros capítulos, después coge un ritmo y van sucediendo tantas cosas que se separa, por completo, de todo lo que yo había leído hasta entonces para ser algo único.

Durante todo el libro me tuvo completamente despistada, la autora iba dejando miguitas de pan buenísimas pero incluso con ellas me seguía quedando alucinada cuando veía por donde nos llevaba.

Algo que creo que hay que avisar es que en el libro hay maltrato animal, si sois muy sensibles a ello debéis tenerlo en cuenta, yo lo pasé mal pero creo que la autora lo incluye lo mejor que puede y lo hace para que veas un lado oscuro y turbio del ser humano que existe y muchas veces no se quiere mostrar.

El epílogo es de 10 pero si que es cierto que me he quedado un poco desencantada con el final, excesivamente abierto para mi gusto, y eso que yo no tengo problemas con los finales abiertos pero aquí han dejado demasiadas cosas a la imaginación.

Aún así, el libro me sigue pareciendo casi perfecto. Estoy deseando volver a leer a la autora.