Después de leer el orden del dia, sabía que mi próxima lectura tenía que ser 14 de julio. La revolución francesa vista desde los verdaderos protagonistas de la historia: el pueblo. Es un a lectura ágil, corta y trepidante. Como en el orden del dia, la prosa de Eric Vuillard convierte la narración a la vez en íntima y poética. Sin embargo, a diferencia del orden del día, parece que nos perdemos en pequeños retazos de información y de vidas. Quiere contar la historia del pueblo, pero ésta apenas quedó reseñada y por lo tanto todo queda un poco vago, un poco desdibujado. Me ha parecido interesante y recomendaría sin dudar su lectura, pero tenia mayores expectativas.
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