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El libro trata de una joven, Catalina, que trata de volver a casa a tiempo para la hora de la cena. Y en todo ese tiempo, la autora narra cómo era ser adolescente en la España de los 90. Aquella España conmocionada por el asesinato de las niñas de Alcasser. El ambiente y la opresión y roles marcados que tiene Catalina en casa, hacen que vaya desarrollando sus mecanismos de supervivencia, y al mismo tiempo, su autoestima cae en picado, entre otros factores, por el desprecio constante de quién se supone que la tiene que querer más. Destaca el análisis de la autora de cómo las chicas vamos recibiendo un bombardeo constante de lo que tenemos que hacer, debemos ser, tenemos que callar...hacer ver todas las piedras que históricamente nos han ido poniendo en el camino, desde una edad muy temprana.
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