Identificarme, pero no. Alegrarme del avance y, a la vez, enfadarme por lo estático. Sentir valentía y miedo a partes iguales y por los mismos motivos. Un pasado demasiado cerca que me presenta un futuro menos luminoso de lo que desearía. No seré yo quien venga a hablar de este libro a estas alturas. Lo leí en verano, como tantas otras de por aquí, y sé bien que Catalina aún os acompaña. En realidad, siempre ha estado ahí, no es cierto? |