 |
Irene está enamorada de la idea del amor eterno, y piensa que su matrimonio ha sido el mejor del mundo. Se recrea en su relación ideal. Lo idealiza una y otra vez. Irene vive la mayor parte del tiempo en el pasado, y vive su matrimonio como si existiera en el presente. Cuando pierde a su marido, Irene está sin rumbo porque él, lo ha sido todo durante 20 años para ella. Sin embargo, Irene piensa que puede seguir adelante y que le encontrará en otros cuerpos. Irene es una protagonista extraña, bastante alejada de la realidad y poco convincente en sus actos por su extravagancia. Con un tono exagerado, ella idealiza tanto su historia de amor que se hace poco creíble y la verdad es algo repetitiva. Quizás por eso, el autor logra que a base de insistir en esa relación enfermiza que la protagonista tiene consigo misma, atraparte en la historia y crear la necesidad de que sigas leyendo. Ambientado en viajes constantes alrededor del mediterráneo sobre todo en las zonas costeras donde siempre se ve el mar. El libro contiene una gran dosis de intimismo, de especulaciones y de referencias literarias (Quijote, Machado…). Los lectores de Vilas reconocerán al poeta y la prosa más rebuscada. Ha valido la pena desde luego por esto último y para llegar a ese final tan inesperado y que le da sentido a todo lo anterior. No es el mejor libro de Manuel Vilas en mi opinión pero su prosa sigue siendo tan perfecta que no podría dejar de recomendarlo. |
>
