InicioMis librosAñadir libros
Descubrir
LibrosAutoresLectoresCríticasCitasListasTest
>

Crítica de crucedecaminos


crucedecaminos
10 June 2018
Está claro que cada nueva publicación da Darío Vilas es un paso más en su carrera. El vigués es un inconformista, prefiriendo no repetir modelos y seguir dando alegría a sus lectores fieles. El hombre que nunca sacrificaba las gallinas viejas (no me diréis que no es un título sugerente y fantástico) es un nuevo exponente de ese caminar, aunque se podría encuadrar dentro de ese viaje que nació en Imperfecta Simetría (Círculo Rojo, 2009), que se manifestó con todo su esplendor en Piezas desequilibradas (23 Escalones, 2011), y que debería cerrarse con esta novela, según el propio autor, pasando por la inédita Girando a Simetría. ¿Y qué viaje es ese? No es otro que coger un ferry y hacer un surcar las aguas rumbo a la isla de Simetría, a la deriva en el océano y centro de depravación del género humano, y disfrutar de lo que Darío ha llamado Realismo Bizarro y del que dice: «esta será mi última publicación.»
Yo no sé si será así, pero creo que cuando a uno le sienta un género, tan complicado de encontrar en el mundo literario, como un guante y que tantos adeptos podría llegar a tener, se debería seguir explotando; pero ya he dicho que Darío es un inconformista.
Y antes de entrar en materia, también merece una mención aparte la editorial Tyrannosaurus Books que sigue apostando por los autores españoles de género y para ello ha creado una nueva colección, colección DIRT, de la que El hombre que nunca sacrificaba las gallinas viejas es su primera entrega. La editorial quiere explorar el realismo sucio con toques de terror, ciencia-ficción costumbrista, fantasía oscura… y todo ello con un alma pulp donde el drama, el humor, el sexo, la violencia o el gore tendrán cabida.
Yo me estoy frotando las manos.
Aprovecho para advertir que no son lecturas recomendadas para todos los públicos, aunque, ¿qué lectura es recomendada para todos los públicos? Bueno, que os quiero poner sobre la pista de que algunas de las escenas que podréis leer en El hombre que nunca sacrificaba las gallinas viejas os podría acompañar en vuestros dulces sueños.

«Durante mucho tiempo creí que libraba una lucha para contener amenazas como la suya y alejarlas del resto del mundo, manteniendo a raya a estos súcubos salidos del averno para poner en jaque a los hombres.
Estaba equivocado, solo me quieren a mí. Yo soy su alimento, lo que les da poder. Me necesitan y por eso siempre salen a mi encuentro.»

Quizás vaya a sonar extraño, pero llevo días pensándolo y lo quiero compartir con vosotros: creo que el estilo narrativo de Darío Vilas en ese suceder sin suceder, en ese ir caminando sin que parezca que avanzamos, se asemeja mucho al de mi idolatrado Haruki Murakami. No sé, tengo esa sensación de ir avanzando páginas enganchado a ellas sin saber muy bien por qué y de repente todo estalla delante de mis narices haciéndome disfrutar de lo lindo. Está claro que en ese estallido reside la diferencia clara entre los dos escritores y, sobre todo, en lo onírico y fantástico del tema. Los mundos murakanianos y los darianos no se parecen en nada, pero os lo he comentado para que os hagáis una idea del ritmo de la narración.

SEGUIR LEYENDO EN EL ENLACE
Enlace: http://crucesdecaminos.blogs..
Comentar  Me gusta         00



Comprar este libro en papel, epub, pdf en

Amazon ESAgapeaCasa del libro