Mamá vivía presa del temor de que su progenitor, en uno de sus muchos días de borrachera, nada más regresar de la misa de la tarde a la que nunca fallábamos, acabara con ella y con la abuela, dejándome huérfano y a su merced.
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Mamá vivía presa del temor de que su progenitor, en uno de sus muchos días de borrachera, nada más regresar de la misa de la tarde a la que nunca fallábamos, acabara con ella y con la abuela, dejándome huérfano y a su merced.
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El amor que sentía por ella era tan fuerte que no conseguía unir dos pensamientos consecutivos sin que apareciese. Y eso ocurría desde hace mucho antes de que la asesinara en ese maldito callejón.
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¿Cuál es el órgano que trasplantan a Cora?