Lali, estudiante de Magisterio, es destinada a un centro educativo privado-religioso para realizar las prácticas de la carrera. Es una crítica al sistema educativo, que no enfatiza en la enseñanza de la inteligencia emocional y que en muchas ocasiones no cobra importancia la salud mental de los estudiantes, y a la precariedad laboral. La autora narra a la perfección las dificultades que tenemos las mujeres millennials en los ámbitos laboral y personal. Muy recomendable.
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