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Conocí a la autora con su anterior libro «Vozdevieja», ya en él me llamó la atención el estilo tan particular de la autora. Está vez he vuelto a encontrar su esencia, pero me ha gustado notar su evolución. En esta ocasión viviremos a través de Lali, una estudiante de magisterio que por un descuido a la hora de solicitar las prácticas le asignan un colegio de monjas cuando ella no cree para nada en la religión católica. He disfrutado de cada una de sus páginas, cargadas de crítica tanto al sistema educativo como a la religión. al dedicarme a la educación, no he podido evitar sentirme tremendamente identificada con la protagonista en este sentido , varias veces he leído frases que más de una vez han salido de mi boca. A pesar que este sea el eje central de la novela, nuestra protagonista debe lidiar también con otros problemas y una continua lucha interna que la hace cuestionarse la felicidad y el anhelo por ser querida. Una vez más la pluma de Elisa es directa, descarada, habla sin tapujos y eso la hace aún más cercana. Debo reconocer que me hecho rememorar mis años en la facultad, he sonreído al verme reflejada en muchas situaciones al recordar los referentes de la época que menciona entre sus páginas. En mi opinión creo que Elisa ha conseguido dar voz a aquella juventud que a. principios de los 2000 empezamos la universidad pensando que nos íbamos a comer el mundo y poco a poco nos fuimos dando cuenta como el sistema está podrido y por mucho que tú intentes mostrar ese cariño y preocupación por los niños, tarde o temprano pasarán por alguien que los acabará rompiendo. Sin duda «El Evangelio» se ha colado entre mis libros favoritos, ocupará un lugar especial. |
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