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Kalé no conoce otra vida que la tranquila existencia que siempre ha llevado junto a su familia en el mundo del Tinajón, donde un sol de diamante da salud a sus habitantes y prosperidad a sus tierras; y no hay noches, sino un momento en que gotas de lluvia se condensan en la atmósfera. Cuando llega el momento, Kalé deberá emprender el viaje hacia la Llama Eterna, donde los grandes sabios de su mundo le dirán su destino. Pero un extraño incidente obligará a nuestro protagonista a emprender una aventura que le llevará a entender mejor el mundo que le rodea. Tengo que reconocer que esta novela me ha sorprendido mucho. Me ha parecido un viaje encantador, con un World Building muy interesante, y con mucha más miga de la que pueda parecer a simple vista. “Kalé y el Mundo del Tinajón” podría haberse quedado en una mera historia simple de fantasía y aventuras, en la que se trabaja a un protagonista que emprende un viaje que le sirve para autodescubrirse y para marcar su paso a la edad adulta . Pero su autor, Andrey Viarens, sabe crear de una forma sencilla y eficaz una obra que va de menos a más y que, sin darte cuenta, logra atrapar la atención del lector. La ambientación y todo lo que hay detrás de ella está muy conseguida. Si hay un detalle que siempre valoro en las novelas de fantasía es que sus autores no den todo muy masticado, que permitan de una forma mínimamente sencilla que lector vaya descubriendo las características del mundo que han creado y las normas y costumbres que lo rigen. Eso es algo, como he dicho antes, que me gusta mucho. Y que creo que en esta ocasión está muy bien llevado. Como dije antes, hay mucho amiga en esta historia. Su autor nos habla de un personaje en pleno crecimiento y que está buscando su lugar en el mundo. Ese es uno de los temas más importantes de los que trata el volumen, junto a un mensaje de amor hacia la naturaleza, respeto por nuestros familiares más mayores, amistad, valor y aliento para intentar superar los desafíos que impone la vida. Al fin de al cabo, no dejamos de encontrarnos ante una novela enfocada al público infantil. de ahí que pueda perdonar alguna que otra cosa que me ha escamado un poco y que han hecho que no haya acabado de ser una lectura plenamente redonda para mí. Y es que la inmensa mayoría de los personajes están representados de una manera excesivamente escueta y simplista. Y eso es algo de lo que peca incluso Kalé, protagonista del libro, desde cuyo punto de vista vemos los hechos que acontecen en él. Es cierto que a lo largo de la novela he notado cierta evolución en este personaje. Pero me queda la impresión de que, teniendo en cuenta todo lo que vive y todas las aventuras por las que pasa, y su búsqueda de a que dedicarse en su vida adulta; esta evolución podría haber sido incluso más. Siento que a su paso a la edad adulta y al descubrimiento de qué es lo que realmente quiere hacer con su vida se le podría haber sacado más jugo. Y también me ha quedado la impresión de que hay muchas escenas y situaciones a lo largo del libro que me han sido excesivamente forzadas o precipitadas. Sirven para hacer avanzar la trama y las aventuras de Kalé. Pero hay algo en ellos un tanto artificial que hace que te den la impresión de que la historia no siempre avanza de una forma muy natural. Pero aún así, en general la lectura me ha dejado muy buen sabor de boca. Y eso me ha sorprendido muy gratamente, porque estaba en convencida de que iba encontrarme algo un poco mediocre. Y sin embargo me he encontrado con una historia bastante solvente, interesante y muy bien llevada.Y con un mundo que tiene algo muy especial, pero a la vez algo muy cercano. Dentro de él sucede una historia en la que la aventura, el descubrimiento, la emoción y la fantasía se dan muy bien de la mano, haciendo que la experiencia lectora nunca decaiga. La pluma de Viarens es sencilla, ágil y directa, pero tiene algo muy cálido que logra hacerla muy cercana al lector. Quizás a veces peque de ser demasiado ágil, personalmente no me hubiera importado que se hubiera extendido un poco más en ciertos detalles o en los pensamientos y sensaciones de su protagonista. La mayor parte del tiempo va directamente al grano, pero también es consciente de que una de las gracias de su trabajo es la creación del universo en el ambienta su novela, por lo que si es necesario, se para unos instantes para describir los lugares más destacados de una forma amena y sencilla. A mi su forma de escribir me ha recordado mucho a una de las autoras españolas que más marcó mi infancia y adolescencia, Laura Gallego Garcia. de hecho, mientras leía, no podía dejar de ver alguna que otra similitud entre “Kalé y el Mundo del Tinajón” con una de sus novelas más infravaloradas “La Emperatriz de los Etéreos”. En definitiva, la primera entrega de las aventuras de Kalé es un viaje que sorprende por su frescura y su encanto. Es un libro muy recomendable para los más jóvenes, que entretiene mucho. Se nota mucho que es el primero de una saga, ya que es muy introductorio. Y quizás a veces eso pesa, porque el autor pone el foco en la estructura y en la historia del mundo del Tinajón dejando, a veces, de lado las aventuras y la propia evolución de Kalé. Pero creo que ese world building en próximos libros puede dar mucho de sí. Quizás no sea la construcción fantástica más original de los últimos tiempos, pero tiene algo único y especial que llama mucho la atención. Y, como he dicho antes, tiene una serie de mensajes que creo muy positivos para los niños y jóvenes que se animen con esta obra. |
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