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Si hay algo que me gusta de los libros de John Verdon y de su detective Dave Gurney es que sus casos son mucho más que simples casos. Sus incongruencias, los retos mentales que suponen, la lógica que hay detrás de cada uno me encanta. Me descubro a mí misma meditando, montando teorías que luego el autor me acaba desmontando muchas veces, auque las pocas veces que acierto me siento un poco como Sherlock Holmes. Pero no son sólo los retos mentales que suponen lo que me gusta. También me gusta el personaje de Dave Gurney o mejor dicho, me gusta como funciona su cerebro, su manera de ser tan increíblemente racional. Supongo que esta fascinación viene en parte producida porque me veo reflejada en cierta forma, aunque yo de detective tenga solo mis deducciones a través de libros como este. Al ser el segundo caso de Dave Gurney, muchos personajes vuelven a aparecer, aunque siendo una serie puede leerse de forma independiente sin problema. de hecho, entre los dos a mí me gusto más este libro. al leerlo es posible que te entren ganas de leer el caso anterior ya que hacen referencia a él varias veces aunque sin mayor relevancia. Sin embargo, si tengo que ponerle algún defecto (para ser uso de mi vena crítica) sería que en ocasiones se me hacía parecido al anterior. No solo en un detalle que ellos mencionan sino en la forma. Por supuesto, el contenido es diferente, ambos casos lo son, pero la forma, el hilo argumental, me resultan parecidos. Para dar un ejemplo de lo que quiero decir, es como cuando en clase nos decían eso de "introducción, desarrollo y conclusión". En ambos libros puede encontrarse una estructura, por supuesto más compleja que el ejemplo que he dado, aunque no puedo decir más para no fastidiar a nadie una historia que es digna de ser leída. En definitiva, un gran libro que sin duda gustará a los amantes del género, y a los no tan amantes. |
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