Muy intrigante, y con un final que te deja satisfecho. En un pueblo dónde nunca pasa nada (y que por no pasar nunca nada, durante todo el libro pasan muchas cosas) aparece asesinada Sarah Brooks, colgada de un árbol por los pies y completamente desnuda. Esta novela está dividida en capítulos cortos, y enganchan bastante. Todos los personajes parecen culpables de ser el asesino, y el autor consigue que vayas cambiando de parecer. Y que, a menudo que avanza, descartes o añadas sospechosos. Tiene una trama muy entretenida porque, poco a poco, se van descubriendo secretos, de la propia Sarah y de todo el pueblo. Que no se quedan cortos, menudo pueblo, el culebrón que tienen montado! Para mí, lo mejor es el final. Totalmente inesperado, y me dejó con un buen sabor de boca. |