La vida secreta de Sarah Brooks

En Estados Unidos hay lugares que parecen sacados de antiguos cuadros costumbristas por sus paisajes naturales, su tranquilidad y una extraña combinación de monotonía y familiaridad en las vidas de sus habitantes. Uno de estos lugares es Stoneheaven, un pueblo tan normal que en él nunca pasa nada, hasta que un día aparece en un árbol del bosque el cadáver desnudo de una joven de 17 años. Un macabro acontecimiento que no dejará a nadie indiferente y que revolucionará las vidas de todos sus conocidos. ¿Quién ha sido capaz de hacer algo así? ¿Por qué? ¿Y por qué Sarah Brooks?

Desde el comienzo de la investigación, el lector puede formar parte del equipo a través de la narración de Declan Jacobson, un reportero de sucesos local al que la policía incorpora en su equipo con el fin de tener documentos textuales y fotográficos de la investigación. Es una perspectiva diferente, algo rara al principio (¿qué hace un periodista en el equipo? ¿Cómo le es permitido adentrarse tanto en una investigación tan compleja?), pero que permite introducir toques de humor mediante el humor ácido y algo rancio del periodista y que aporta una novedad a este género.

Sin embargo, algo crucial para descubrir la verdad, como ya el mismo título nos anuncia, será conocer a Sarah y los secretos que esconde, por eso entre los capítulos se irán alternando fragmentos de su diario personal que nos harán situarnos mejor en la historia y tener más pistas que el equipo de detectives para resolver el caso. A mi parecer, si bien es un recurso útil que hace más amena la lectura y nos permite ir por delante del protagonista en la resolución del caso, tiene poco peso en la novela y podrían haberse incluido más capítulos de este estilo.

Es fácil caer rendida ante este libro porque tiene un ritmo muy bueno. Empieza con capítulos cortos que van alargándose conforme llegamos al final, necesitamos más información: las pistas ya han sido liberadas, es hora de juntarlas y reconstruir los hechos y aumentar la extensión de los capítulos me parece una buena forma de desarrollar la escena sin que quede nada en el tintero. Los diferentes secretos que vamos descubriendo desde el inicio, hacen que la intriga no decaiga, siempre parece haber un claro sospechoso, pero, ¿y si estamos equivocados? Por lo que como thriller cumple su cometido: es adictivo, novedoso y juega con la mente del lector haciendo que cambie de opinión en cada capítulo. Si bien, he de reconocer que me imaginaba el final, saber quién asesinó a Sarah no ha hecho que decaiga mi interés por terminar la historia. Sin duda la recomiendo para los amantes del género :)