Viajamos a Ecuador en el siglo XVIII para conocer a nuestra protagonista Isabel Gramesón. Una lectura que despertó mi interés ya que el anterior libro de la autora: Hija del mar, me gustó bastante y en esta nueva entrega vuelve a estar basada en una historia real. A lo largo de la lectura vamos conociendo a Isabel, sus padres, hermanos y también sus criados que forman parte fundamental de su vida, la cual cambia cuando un joven francés llamado Jean conquista su corazón y ambos se eligen como futuros esposos. Jean pasa muchos años lejos de ella debido a su trabajo y la ilusión de ambos es traer hijos al mundo. Un sueño que se ve repetidas veces truncado debido a los abortos que se suceden. Empecé está lectura con muchas ganas y la primera mitad del libro logro engancharme, querer saber más, desconocía la historia de esta mujer y quería dejar que el libro me sorprendiera y descubrir por qué del título. La segunda mitad del libro, a partir de un acontecimiento importante, mis sensaciones cambiaron ya que empecé a no comprender a la protagonista. Todos sus actos y en especial sus pensamientos no les he encontrado lógica. Soy consciente de que estamos ante un hecho real que la autora ha plasmado en este libro, pero lejos de admirar a Isabel no he conseguido empatizar absolutamente nada con ella. Quería saber cómo terminaba esta historia, un final demasiado rápido y precipitado que me ha dejado un sabor muy agridulce... Cómo punto a favor quiero destacar la nota de la autora que es bastante completa y aclaratoria. |