Soy débil. No sé donde apoyarme. Vacío está de todo ser el aire. No estás. No estoy. Qué giratorio cuerpo el de la nada. (De No amanece el cantor, 1990-1992) |
Soy débil. No sé donde apoyarme. Vacío está de todo ser el aire. No estás. No estoy. Qué giratorio cuerpo el de la nada. (De No amanece el cantor, 1990-1992) |
Tiempo de Guerra Estábamos, señores, en provincias o en la periferia, como dicen, incomprensibles desnacidos. Señores escleróticos, ancianas tías lúgubres, guardias municipales y banderas. Los niños con globitos colorados, pantalones azules y viernes sacrosantos De piadoso susurro. Andábamos con nuestros papás. Pasaban trenes cargados de soldados a la guerra. Gritos de excomunión. Escapularios. Enormes moros, asombrosos moros llenos de pantalones y de dientes. Y aquel vertiginoso color del tíovivo y de los vítores. Estábamos remotos chupando caramelos, con tantas estampitas y retratos y tanto ir y venir y tanta cólera, tanta predicación y tantos muertos y tanta sorda infancia irremediable. (De: La memoria y los signos, 1960-1965) |
Proyecto de Epitafio De ti no quedan más que estos fragmentos rotos. Que alguien los recoja con amor, te deseo, los tenga junto a sí y no los deje totalmente morir en esta noche de voraces sombras, donde tú ya indefenso todavía palpitas. (De Nadie, 1993-1994) |
Criptomemorias Debiéramos tal vez reescribir despacio nuestras vidas, hacer en ellas cambios de latitud y fechas, borrar de nuestros rostros en el álbum materno toda noticia de nosotros mismos. Debiéramos dejar falsos testigos, perfiles maquillados, huellas rotas, irredentas partidas bautismales. O por toda memoria, una ventana abierta, un bastidor vacío, un fondo irremediablemente blanco para el juego infinito del proyector de sombras. Nada. De ser posible, nada. (De Interior con Figuras, 1973-1976) |
Gregorio Samsa es un ...