No se fusila en domingo

«No se fusila en domingo» son las memorias que el médico Pablo Uriel Díez escribió para contarles a sus hijos la realidad del drama que le tocó vivir con el estallido de la Guerra Civil Española y para que su historia no cayera en el olvido.

Aunque la calidad literaria no es lo más destacable en este libro (en su escritura puede notarse que el autor no es escritor, lo que no es impedimento para considerar que es una obra muy bien narrada), debo decir que me ha parecido una historia sencilla y muy fácil de leer a la par que entretenida, a pesar del horror del drama histórico que aquí se nos cuenta. Creo que este libro es una forma muy fácil y muy amena de acercarse a este capítulo tan oscuro de la historia de nuestro país, sin parches ni cortapisas.

Conocer el pasado, en este caso concreto la sinrazón de una guerra, de la mano de uno de sus protagonistas siempre me ha parecido algo apasionante; ser testigo tanto de los dramas como de las peripecias del autor-protagonista (algunas tan curiosas que a pesar de todo llegan a ser incluso divertidas), me ha aportado grandes momentos no solo como lectora sino también como persona.

En la escritura de Pablo se entrevé la persona tranquila, inteligente y bondadosa que debió ser, con una rectitud y un sentido del deber y la justicia (quizá fruto de su profesión) que hacen que el lector le sienta cercano y se posicione cada vez más afín a él, experimentando en su propia piel cómo el personaje se va sintiendo poco a poco superado por la barbarie y el horror que le ha tocado vivir de una forma tan sumamente injusta.

Un libro tan ameno que se hace corto a pesar de su extensión, un personaje con el que se logra empatizar fácilmente y una historia con algunos pasajes que resulta increíble que pudieran suceder de verdad pero, como siempre se ha dicho, a veces (casi siempre) la realidad supera a la ficción.
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una historia de la guerra que pasa por un bando y por el otro de forma realista y coherente. El libro se organiza en pequeños episodios que hace muy amena su lectura.
No entra en juicios o valoraciones políticas y ofrece un reflejo muy realista de la guerra civil.