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Decir que me ha encantado sería quedarme corta. Este thriller absorbente me ha hecho estremecerme y me ha resultado totalmente adictivo. A medida que avanzaba en la lectura, me iba enganchando poquito a poco y quería saber más y más. En este thriller tan electrizante, nuestra protagonista, Alison, es una mujer que se encuentra en un momento de su vida en el que no tiene la mejor relación con su marido, tiene una relación muy tóxica con un procurador con el que trabaja a menudo, bebe demasiado y descuida a su hija. Además, comenzará a defender a una mujer que ha matado a su marido pero, a medida que analiza el caso, las pruebas y las confesiones, se dará cuenta de que algo no encaja y sentirá una empatía profunda con esta mujer que tanto ha sufrido. Se encontrará a sí misma analizando actitudes de su alrededor que nunca antes se había planteado. Y, gracias a este caso, la vida de Alison cambiará de forma radical. La trama nos muestra la decadencia de una relación, los límites de la obsesión, la sed de venganza y la irremediable fuerza de los celos. Si a todo ello le sumamos la aparición de unos giros argumentales que te dejan con la boca abierta, el resultado es una historia que vale la pena leer. Y que no me esperaba que terminara así. Los descubrimientos al final del libro son el punto álgido de la historia y el colofón perfecto a una novela emocionante. Un thriller donde los personajes son inquietantes y no dejan indiferente al lector: me he enfadado con sus actitudes, luego he conseguido llegar a entender ciertos aspectos de su personalidad pero consiguen generar respuestas en nosotros, tanto positivas como negativas. al principio odiaba a Alison pero he terminado empatizando con ella y me ha sorprendido. En definitiva, una novela que impacta, que nos hace reflexionar sobre lo que somos capaces de hacer cuando nos encontramos en una encrucijada y sobre las consecuencias de nuestros actos. La recomiendo totalmente. |
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