Las aventuras de Tom Sawyer (Clásicos Ilustrados)

Qué buenísima iniciativa la de la editorial Alma al rescatar a los grandes clásicos de la literatura e incluirlos en su catálogo de ilustrados. Este es el caso de “Las aventuras de Tom Sawyer” de Mark Twain.
En primer lugar me gustaría señalar la preciosa y cuidada edición que tiene. Es en tapa dura, con una cinta de raso como punto de lectura. Las ilustraciones van a cargo de Marieke Nelissen y son una maravilla. Aunque son en blanco y negro, no le quitan ni un ápice de belleza, ya que están llenas de pequeños detalles y sus trazos me recuerdan a los libros ilustrados que leía cuando era pequeña, allá sobre los años setenta.
“Las aventuras de Tom Sawyer” cuenta la historia del día a día de un chico nacido en el siglo XIX en un pueblo de Estados Unidos. El atractivo de esta historia es poder recrearse en la libertad que tenían los chicos en aquella época. Hay que tomar nota de que Mark Twain lo escribió en el año 1876 y el modo de vida era muy distinto al que llevamos hoy en día, desde la libertad que se respiraba, la amistad e incluso los juegos con los que los niños se entretenían.
Tom es un niño travieso, divertido y bastante gamberrete. Siempre trata alguna artimaña para librarse de las obligaciones a las que su tía Polly le obliga a hacer. Tiene muchas situaciones graciosas y algunas, con el paso del tiempo, las pieles más sensibles podrían decir que son políticamente incorrectas. Lo cierto es que es una historia divertida.
El río Misisipi es el marco en el que se desarrolla la acción. Este es otro atractivo de la novela, que la historia transcurre en un pueblecito a orillas del mítico río.
Recuerdo que la primera vez que leí “Las aventuras de Tom Sawyer” era pequeña, unos doce años tendría y creo que fue el primer libro con mucho texto que leía. Tanto me gustó que a partir de ese momento no he dejado de leer. Ahora que lo he vuelto a leer gracias a la editorial Alma, he vuelto a mi niñez recordando los buenos momentos que en su día me proporcionó. Por eso yo reocomiendo a los padres que ofrezcan a sus hijos leer esta historia y sobre todo esta edición ilustrada tan bonita. Estoy segura que les va a gustar, ya que en ella van a encontrar entre otras muchas cosas el valor de la amistad. Además van a soltar más de una carcajada con las ocurrencias y las gamberradas de Tom.
Pero “Las aventuras de Tom Sawyer” no sólo es un cuento para niños. Los adultos que no lo hayan leído de pequeños van a maravillarse ante tan bonita historia, y los que ya lo hayan leído en su niñez, van a recordar seguro con cariño estas aventuras.
Hay clásicos que con el paso del tiempo, en sus diálogos y el texto en general quedan anticuados, pero con este libro de Mark Twain no ocurre. El texto no queda antiguo, y los niños que lo lean no van a notar que es un libro que tiene más de ciento cuarenta años. Sí es cierto que la forma de hablar en aquella época era distinta a la de ahora, pero podría decirse que la historia ha envejecido muy bien.
En resumen, “Las aventuras de Tom Sawyer” es un libro adecuado para niños y mayores, en el que se resaltan valores que poco a poco se van perdiendo como son la amistad, la familia, el respeto y el amor, entre otros muchos, en un marco ideal de libertad, donde los niños eran niños y no jugaban a ser adultos. Lo recomiendo tanto por su historia como por la preciosa edición.