La historia arranca con la aparición en un pueblo de los Alpes del cadáver de un hombre desnudo y sin ojos. La comisaria Teresa Battagia, un personaje que me ha encantado, se hace cargo de la investigación, que se va complicando a medida que se suceden los ataques. Una historia con buen ritmo, a través de saltos en el tiempo nos hace reflexionar en cómo la manera en que nos educan nos convierten en los adultos que somos.
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