La armonía y tranquilidad características de la vida en un pequeño pueblo de montaña se ven interrumpidas cuando aparece el cadáver de un hombre desnudo, con la cara desfigurada y sin ojos. El caso es derivado al equipo de Teresa Battaglia, quien mostrará su experiencia en el cuerpo y en la perfilación criminal, a la vez que lidia con un nuevo integrante, el joven inspector Massimo Marini. Si algo distingue Flores sobre el infierno de un thriller al uso es la importancia que Ilaria Tuti concede al contexto, a las descripciones. La historia y el misterio son importantes, pero también lo es el ambiente en el que se desarrollan, sólo conociendo todos los elementos podremos llegar a la verdad. Es algo que me ha parecido muy importante, no sólo me ha permitido inmiscuirme más en la trama, sino que también me ha ayudado a teorizar sobre el por qué, cómo y cuándo. Aunque en ocasiones la novela puede hacerse pesada, debido a un ritmo no siempre trepidante y una buena (pero pausada) caracterización de la protagonista, una vez dentro es difícil salir y olvidar a Battaglia, una mujer inteligente, fuerte, humana y alejada de los tópicos. |