CONFESIONES DE UNA VIEJA DAMA INDIGNA: 00000

El título del libro aparece como un juego de palabras, como una mundana acusación que Esther Tusquets dirige a Esther Tusquets, al llamarse dama indigna.
Durante la mayor parte de la lectura de este libro, he tenido la impresión de que la autora, de que Esther Tusquets, me llevara tomada de la mano, he querido sentir su deseo de que me hiciera cargo (y así lo he hecho), de sus experiencias de vida, que navegara junto a ella hasta alcanzar las playas a las que había ido arribando.
Su mundo-universo nos muestra aspectos de conjunto, económicos, sociales, políticos, educacionales, liberales y con firmes anhelos cosmopolitas.
La autora se decide por desvelar una parte sustancial de su vida, una colección, una corte de vivencias y peripecias que se inscriben, que se incluyen en la yema en el núcleo duro del ser.
Familia, amigos, amores, compromisos, trabajo, ocio, viajes y también dudas, recelos, interrogantes que se abren y no pueden cerrarse, escrúpulos, incertidumbres que a todo ser humano, incumben.
Nos habla de un mundo que, para la inmensa mayoría, solo pudo ser, si acaso soñado y nunca posible.
Sus padres, elegantes, cultivados, ricos, incluidos en el ramillete perfumado, acogedor y seguro de la clase alta catalana.
Su hermano Óscar, arquitecto y pintor, inteligente entusiasta y que junto a su amigo y compañero de universidad Lluis Cloquet será indispensable para el despegue de la editorial que pondrá en marcha la familia, toda la familia, incluida su madre. La familia al completo, la familia, rara avis, que aparece así retratada durante el recorrido que hacemos por este libro.
Su activismo rebelde y político estuvo reflejado fundamentalmente al hacer la elección de sus publicaciones que presentaba a la sociedad desde la editorial. Trabajos elegidos concienzudamente y con precisión , inteligencia y buen gusto. La calidad en las encuadernaciones en las que tenían una toral responsabilidad Óscar y LLuis Cloquet eran extremadamente cuidadas.
Ni Esther ni su familia ingresan en el complejo mundo editorial animados únicamente por razones puramente crematísticas. Lo que anima su entrada en el mundo editorial son razones idealistas fundamentalmente. Quieren introducir calidad, diseño, compromiso y valor social.
Los amigos son base y fundamento en el desarrollo existencial de la autora. Viajan por las páginas de este libro con una elegancia tal, que se diría que trascienden su clase, sus apellidos son gigantes que se derraman sobre los demás apellidos sin que les llegue a rozar su enorme glamour.
La autora conversa con nosotros utilizando la cercanía, la alegría y, en general, la despreocupación, que a menudo embargan a los económicamente solventes. Nos va relatando desde un lugar privilegiado, su infancia, su juventud y su ancianidad.
No aparecen en el libro lugares desde los cuales dictar arrepentimientos, es verdad que le hubiera gustado aprender más cosas al principio de la vida y no tan al final.
En general, la vemos, la sabemos y la sentimos vivísima.