Y ordenó que nunca más fuesen siervos de gente bárbara alguna aquellos francos que fueran con él a España para combatir a los infieles. Pero aún más. Perdonó también a todos los que encontró encerrados en las cárceles; y enriqueció a los que halló pobres, vistió a los desnudos, apaciguó a los malévolos, realzó con apropiados honores a los desheredados.
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