El otro

Nueva Inglaterra, 1935. Nos encontramos en un pueblo pequeño, de esos en los que todos los vecinos se conocen. Una de las familias del pueblo, los Perry, están en boca de todos porque desde hace un tiempo están ocurriendo una serie de muertes accidentales que parecen consecuencia de una terrible racha de mala suerte. O de una maldición.
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El Otro es una novela de terror psicológico, de esas en las que no parece que pase nada digno de mención, pero donde poco a poco se van desgranando unos hechos verdaderamente inquietantes. La narración nos va mostrando el día a día de los protagonistas, una bucólica realidad contada sobretodo por uno de los niños, Niles, y por la abuela, Ada, los dos personajes más reseñables. Es en esa rutina diaria donde vamos a ir descubriendo la verdadera realidad, llena de secretos, sospechas y verdades a medias. La pega puede ser que el desenlace se ve venir desde mucho antes, lo que fastidia bastante el elemento sorpresa; pero en mi caso debo decir que esto no ha sido ningún inconveniente porque el desarrollo de la trama es lo suficientemente sugerennte como para mantener el interés hasta el final.
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Mientras leía esta novela no he podido parar de pensar en otra de Shirley Jackson, Siempre hemos vivido en el castillo, con la que creo que tiene muchos puntos en común. En ambos casos son unos niños los que nos cuentan una vida aparentemente idílica dentro de poblaciones pequeñas, con familias más o menos atípicas, donde parece que nunca pasa nada pero donde la inquietud recorre el relato de principio a fin. Si disfrutasteis con la obra de Jackson os recomiendo que echeis un ojo a esta que comento hoy porque tiene muchos puntos para que os guste.