Queridos niños

Gracias a Anagrama y a Babelio he tenido mi primer contacto con David Trueba y no ha podido dejarme con mejor sabor de boca. Tras haberlo devorado en menos de una semana, ha conseguido generarme curiosidad por conocer los anteriores libros del autor. Ha sido acabar el libro e ir directo a echar un vistazo a sus anteriores novelas, y eso es buena señal.

Ha sido una lectura super amena y entretenida a pesar de tener abundantes paginas y tratar sobre temas políticos, algo para mi nada atrayente, pero el autor tiene una forma de contar la historia, que te atrapa desde sus primeros párrafos.

La historia está contada en primera persona por Basilio, un periodista con mucha experiencia a sus espaldas y con muchos tiros dados, al que le apodan el Hipopótamo, debido a sus 119 kilos de peso. Junto a él recorremos montados en bus, a modo de road trip, multitud de provincias españolas tras ser reclutado para escribir los discursos de Amelia Tomás, una candidata a presidenta de gobierno.

Amelia Tomás, en cambio, es una mujer sencilla, de perfil conservador y prácticamente desconocida para los electores; puesta al frente del partido para intentar intentar ganar las elecciones. No lo tendrá nada fácil ya que debe que aguantar el pasado de su propio partido lleno de corrupciones a sus espaldas.
Me ha encantado cómo va evolucionando el personaje de Amelia, a lo largo de la experiencia que va adquiriendo en la campaña electoral. Una ardua misión como elegir decisiones que no gustan a todo el público para intentar contentar a todos sus votantes.

Para mi, lo mejor de la novela, ha sido el uso de un lenguaje bastante cómic y con multitud de ironía, donde nos muestra la realidad dentro de un partido político donde todo vale; las mentiras, corrupciones y engaños a los electores están a la orden del día para conseguir un puesto en la política.
Ya de por sí, con el titulo del libro, se da a entender que a los votantes nos tratan como niños, somos fáciles de manipular y de tomarnos el pelo.
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