Lo conseguí por casualidad y no puedo estar más contento con ello. Se ha convertido en mi lectura favorita del año, y es que a pesar de ser cortito dice mucho. Además engancha desde un primer momento y se lee en un suspiro. Transcurre en Semana Santa y, dividido en los siete días que la forman, nuestro joven protagonista nos cuenta cómo transcurrió su última semana antes de que su madre vendiese la casa donde solían veranear, lo que vivió con su amigo más preciado y cómo conoció a un par de personajes la mar de curiosos. Tiene personajes a mi parecer muy reales y, de maneras más claras o más sutiles, nos habla sobre ecologismo, corrupción, amistad, el poco tiempo que se necesita para crear vínculos, cómo el amor ataca en la juventud y la manera en la que las situaciones extremas empujan a las personas por caminos que de manera natural no tomarían. Es para mí un libro indispensable y está totalmente recomendado. |