Un caballero en Moscú

Cuántas cosas que decir de esta novela! al adentrarme en ella realmente no sabía qué esperar de Un caballero en Moscú. Todas las opiniones que había leído y oído eran buenísimas y eso me suele escamar un poquito. Leí la sinopsis y tampoco me atrajo mucho pero al final decidí darle una oportunidad.

¿Qué es Un caballero en Moscú? Yo lo resumiría como una lección de vida. Eso es.

Cuando empiezas a leer esta novela parece que no ocurre nada más allá de que un hombre, por el hecho de ser aristócrata en el momento de la revolución rusa, es condenado a arresto domiciliario para siempre. Su última residencia conocida es un hotel de lujo así que no vemos mucho dónde está el problema. Pero poco a poco, la trama avanza, los obstáculos que se le ponen al Conde Rostov cambia su existencia y por supuesto nuestras forma de ver el tema. Pasa de vivir en una suite enorme con las cosas que pudo salvar de su antigua casa a verse desterrado dentro del hotel a poco más que un cuartucho donde poco más que la cama cabía. A pesar de esto vemos en él una actitud que no le presuponíamos. RESILENCIA. Una palabra que vemos mucho en los medios y que debiéramos adoptar para nuestra vida. Hay que adaptarse a los cambios, la vida no es algo lineal, tiene altos y bajos, momentos de alegrías y penas pero hay que saber buscar ese asidero al que agarrarte, reponerte y continuar. Y además, intentando ser feliz. ¿Una utopía? Puede, pero por lo menos hay que intentarlo.

He sentido la "claustrofobia" del conde. Me he imaginado a mi misma sin poder salir a respirar por un parque, acudir al teatro o simplemente ir a comprar. ¿No os llena de angustia saber que jamás podríais volver a pisar la calle?

A través de las páginas de la novela vemos la vida pasar. La vida del maravilloso conde Rostov, las cosas pequeñas y grandes que nos pasan a todos, el amor, el trabajo, los hijos, los amigos... y vemos también la historia de Rusia. El fin de la revolución rusa, la segunda guerra mundial y el principio de la guerra fría.

La vida de dentro del Hotel Metropol frente a la vida de fuera. Me ha encantado la metáfora que es para mí, esa puerta giratoria del hotel que nunca cesa de girar, como la vida de puertas afuera, el mundo sigue mientras la vida del conde se estanca, ¿o no?

Un maravilloso personaje para una maravillosa novela. Totalmente recomendable. Un diez en lectura y un diez en lección de vida.
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