 |
Probablemente se trate este libro de uno de esos que o se ama o se odia. E incluso si se ha disfrutado y se recomienda a otra persona, se hace siempre junto a una advertencia. Así me lo recomendaron a mí: el principio es un poco duro, pero vale la pena. Y tras leerlo, coincido con esa apreciación. Me atrevería a decir que no es un libro para cualquiera, que según los gustos de cada uno, el principio especialmente puede desanimar a cualquiera. También el estilo de prosa no ayuda, al estar lleno de nombres, tanto de personas como de lugares, los cuales a su vez tienen varias denominaciones. al presentarte a un personaje, lo habitual es que sea fulanito, hijo de menganito, también conocido en tal zona como pepito… Y luego se va a referir a él a veces como fulanito, a veces como menganito y… en fin, creo que se entiende por dónde van los tiros. Requiere la lectura, por tanto, prestar mucha atención, y se agradece muchísimo que disponga de un índice al final del libro, con todos los nombres que aparecen. Me compadezco de quién crea, por ejemplo, que la saga Canción de hielo y fuego, de George R.R. Martin tiene muchos personajes. Juego de niños en comparación. A pesar de todo lo anterior, si te gustan las historias de aventuras y de fantasía, te puedes encontrar muchas de ellas en este tomo que valen mucho la pena. En la primera parte, Ainulindalë y Valaquenta, se cuenta el inicio de todo, desde el ser Ilúvatar, básicamente un dios, y cómo va creando al resto de criaturas de la tierra. Resulta muy interesante cómo las va creando y las características que les va dando. Es posiblemente por esto que sea la parte más complicada del libro, donde aparecen decenas de nombres nuevos en poco espacio de tiempo y que cuesta asimilar. Pero si no nos desanimamos, avanzamos y llegamos a historias muy bien contadas como la referente a los Silmarils, unas piedras preciosas, muy codiciadas por todos y que provocan mil y un problemas. O también la historia de amor entre Beren y Lúthien, un hombre y una elfa que tienen que superar muchas dificultades para poder estar juntos. Si nos olvidamos de la parte fantástica, tiene incluso ciertas similitudes con el mundo actual y los problemas que nos rodean..racismo, prejuicios… Y con respecto a los malos de la historia, porque los hay, tenemos al gran Melkor y a su principal esbirro, Sauron. Se les dota a todos de personalidad y motivaciones, lo cual se agradece ya que en ocasiones el malo es malo porque sí, porque es el malo. Pero no siempre las cosas son blancas o negras. Así que, resumiendo, se trata de un buen libro que hay que leerse con cierta paciencia y sin miedo a consultar el “diccionario de nombres” que le acompaña, porque la recompensa vale la pena. |
>
