No dejar que se apague el fuego

Una carta de amor a las madres y a las abuelas, un homenaje a todas aquellas mujeres que pelean por vivir a su manera
Elvira, la abuela de Swiv, lleva toda la vida luchando. Criada en una estricta comunidad religiosa, tuvo que luchar contra aquellos que querían arrebatarle su independencia y sus ganas de salir adelante. Ahora, en la recta final de su vida, debe luchar contra el paso del tiempo, los achaques y las adversidades que afectan a su familia. Su hija, una actriz deslenguada y de temperamento voluble, afronta el tercer trimestre de su embarazo al tiempo que trata de lidiar con un pasado y un presente amargos. Swiv, su nieta, es una niña de nueve años con un mundo interior fascinante, pero que acaba de ser expulsada del colegio por meterse en peleas. En la escuela improvisada que montan en casa, Elvira se propone enseñarle a su nieta que existen distintas formas de pelear y que lo más importante es no dejar que se apague el fuego que arde en su interior


Un libro peculiar, donde la risa y el llanto están garantizados. Que maravillosa relación entre abuela y nieta. Una abuela llena de coraje, alegría y, sobre todo, ganas de vivir. Me ha parecido una novela donde los sentimientos te los pone a flor de piel. He reído y mucho con las ocurrencias de Swiv y Elvira aunque también he soltado alguna lagrimita. Para mi....que un libro consiga hacerte sentir es que tiene que ser una gran novela. Su manera de narrar me ha costado un poco pero al final ha conseguido atraparme. Unos personajes que calan muy dentro y que nos recuerdan que nunca hay que dejar que se apague el fuego