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Cómo me he reído con Swiv y su abuela, qué dos personajes tan especiales y bien complementados, qué pareja tan perfecta. Me he reído y he llorado también, porque esta historia es emoción pura. Porque nos habla de la vida, de sus contradicciones, de todo lo bueno y lo malo que nos puede traer, y de cómo nos enfrentamos a ella. Porque una abuela que necesita que la cuiden, con enfermedades y achaques y a la que cada vez se le olvidan más cosas puede ser también el pilar de la familia. Puede ser la que sostiene, la que recuerda que en medio de las dificultades aún hay mucho de positivo, que aún nos podemos reír y divertir, que las pequeñas cosas son las más importantes. Porque una niña pequeña a la que acaban de poner patas arriba todo su mundo, que ha tenido que madurar demasiado rápido, puede enseñarnos lo que para nosotros es casi invisible y mostrarnos su visión de las cosas, la de la infancia, una visión a la que no solemos prestar demasiada atención ni darle la importancia que merece. Porque una madre que ha recibido demasiados golpes en la vida puede mostrarse débil y vulnerable, puede estar hundida, y también puede dejarse ayudar y salir adelante, puede volver a ser. Me he reído y he llorado. Y estas tres mujeres se han hecho inolvidables para mí. Ojalá las conozcáis vosotros también, estoy segura de que se quedarán rondando por vuestra mente y vuestro corazón durante mucho tiempo. |
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