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Una historia corta, escrita como si fuera una carta a un padre ausenta, y quien la escribe es una de nuestras protagonistas, una de las tres que componen esta historia, Swiv, una niña de nueve años. Tres generaciones de mujeres, con un carácter muy fuerte, en una casa que es un poco caos, pero en la que hay mucho amor. La abuela, una de las que ha sido mi preferida, la persona con la que más relación va a tener Swiv, que cuidará de ella en sus últimos días. Por otro lado, la madre, una actriz, embarazada, siempre de mal humor. Y por supuesto Swiv, que tendrá que crecer antes de tiempo, cuidar de su abuela y tomar ciertas responsabilidades. Iremos conociendo el día a día de todas ellas, donde la abuela enseña a Swiv a través de anécdotas situaciones de la vida, casi siempre con un toque de humor, tratando temas como la vejez, la perdida, el disfrutar de cada día… Una historia muy ágil de leer, muy cortita, prácticamente sin diálogos. Me ha sorprendido mucho y para bien, con algunas situaciones que me han puesto los pelos de punta. Del final… diré que tenía que acabar así, aunque no es el final que hubiera querido. Ya leí anteriormente a la autora y seguiré leyendo más, libros cortos que sorprenden y que se te quedan dentro. |
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