No dejar que se apague el fuego

"Querido papá:

¿Qué tal? Me han expulsado. ¿Sabes lo que es Hora de Imaginar? Es mi asignatura favorita. Yo Hora de Imaginar la hago siempre en el Desguace, que es un sitio del aula donde nos ponemos gafas protectoras y despiezamos cosas. Es un poco peligroso. En la primera parte de la clase despiezamos cosas y luego la señorita toca la campana y eso significa que empieza la segunda parte de la clase y se supone que tenemos que volver a poner todas las piezas como estaban.

Así nos presenta a la protagonista de la historia, bueno, una de las tres protagonistas que encarnan las tres generaciones que transitan por la vida como pueden, cada una en su estilo: Swiv, una niña que se ve obligada a crecer antes de tiempo y a tomar las riendas de la familia asumiendo responsabilidades que no le corresponden por edad, su madre, actriz embarazada a la que la vida se le hace cuesta arriba y siempre está cansada y de mal humor, y Elvira, la abuela, que tiene una actitud muy disfrutona de la vida y se lo toma todo a risa.

Hay un cuarto personaje, el padre ausente, al que Swiv cuenta su día a día a través de una carta, e incluso un quinto, Garby, el hermanito que espera.

A través de ese día a día y del torbellino de cosas que se suceden, la novela toca, casi siempre en clave de humor a través de esa abuela que trata de enseñarle a Swiv eso que no se aprende en la escuela, temas más profundos casi sin que te dés cuenta: el envejecimiento, la pérdida de seres queridos, la marginación,.... Son sólo pinceladas pero al final van dejando poso y construyendo una lección de vida.

Como nota negativa, la forma en la que está escrito, desde la voz mental de una niña que no se detiene ni un segundo, hace que lo haya leído demasiado rápido y sin llegar a saborearlo del todo . Quizá haya que hacer una relectura más pausada para sacarle todo el jugo.