El hilo invisible

Con la llegada de la edad adulta, no debemos de olvidar los pequeños placeres que alimenten a nuestro niño interior. Ese que en ocasiones todavía sueña con jugar o leer un buen cuento antes de dormir. "El hilo invisible" nos muestra una historia que no solo es capaz de enternecer incluso al corazón más maduro, sino también con un importante mensaje dirigido a todos los públicos. Seas un niño, un adulto o incluso un anciano que disfruta leyendo.

A través de su historia, empleando un lenguaje sencillo y accesible a cualquier lector, nos transmite un poderoso mensaje: Nunca estamos solos. A través de la metáfora del hilo invisible, nos muestra como pese a estar lejos de quienes amamos, nos encontramos conectados por y para siempre con dichas personas.

Un aspecto positivo a valorar es sin duda alguna la inclusión de los animales en dichos lazos, los habitualmente olvidados por los cuentos cuando hablamos de vínculos afectivos. ¿A caso nuestros compañeros peludos no merecen nuestro amor incondicional? Según el libro, lo merecen tanto como cualquier otro ser perteneciente a la familia. Y yo, con total sinceridad, no podría estar más de acuerdo.

Como ya anteriormente he anunciado, la lectura de este libro resulta sencilla en manos de cualquier lector a causa del uso de un lenguaje claro y asequible. Sin duda alguna, parece emplear la palabra exacta en el momento exacto, propiciando una gran satisfacción al leerlo. No obstante, a parte del lenguaje empleado, también cabe destacar las ilustraciones que acompañan a este libro que consiguieron enamorarme sin siquiera llegar a abrirlo. Dibujos que consiguen llenar de dulzura los días grises en los que vivimos.

Seas madre o padre, profesor o profesora o simplemente una persona a la que le agrada disfrutar de una lectura breve llena del más inocente sentimiento, te invito a perderte entre sus ilustraciones y palabras. Déjate llevar por "El hilo invisible".