El coleccionista de libros

Buscaba algo de terror gótico y recordé que me aconsejaron este libro desde una red de lectores, por lo que me tiré de cabeza sin saber qué iba a leer.
Lo gótico, perfecto, muy buena ambientación, una trama que me ha agobiado bastante, pero lo del terror, no lo he encontrado.
Me ha dado la sensación de estar leyendo una buena mezcla entre “Barba Azul” y “Los renglones torcidos de Dios”, y sinceramente, la sensación que me ha dejado al terminar ha sido muy parecida a la que tuve con ésta última.
Nos encontramos con Violet, una mujer casada con Archie, un viudo muy aficionado a los libros, que tras tener a su primer hijo, sufre algunos altibajos emocionales (es decir, como casi todas las madres primerizas), y gracias a su “maravilloso marido”, termina encerrada en un hospital psiquiátrico, cosa muy habitual en aquella época, en la que, cuando una mujer no era sumisa y callada, estorbaba.
Hasta aquí, todo muy bien, está bien escrito, me estaba gustando mucho, pero de repente, y sin venir a cuento, se obsesiona con un libro de hadas, que sí, vale, puede ser muy especial, pero ella tiene una gran biblioteca, y además digo yo que siendo su marido el dueño de una librería, puede tener todos los que quiera a su disposición, cosa que me ha chirriado mucho y por lo que no le voy a dar más puntuación.
Al entrar en escena Clara, la niñera, toda la vida de nuestra protagonista se tambalea, y yo como lectora comienzo a dudar, ya que sólo poder saber una de las versiones, y no todo lo que cuenta me cuadra bien.
Me ha gustado porque es una lectura corta, que en un fin de semana se puede acabar perfectamente, y por eso mismo lo voy a recomendar, porque si hubiera sido más largo, estoy segura de que me hubiera aburrido.