No fui tan fan de las películas, pero este libro es distinto, la infancia y su sencillez, me preguntó si en la vida real un niño actuaría como actuó nuestra personaje Alicia desde que vio a aquel conejo blanco con reloj que decía: ¡La duquesa!, ¡La duquesa!, ¡Voy a llegar tarde!. La infancia es un tesoro, lo supe en el último capítulo, la imaginación, la determinación, la curiosidad, tesoros que muchos tuvieron y lo que muchos deberíamos atesorar cómo nuestro tesoro. Estuvo bueno el libro, sus ilustraciones y su forma de contar un cuento de hadas, veré qué me tiene "A través del espejo" PD: los libros son un tesoro de la humanidad, demos gracias a nosotros mismos por ser capaces de ver su belleza. |