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En ocasiones, la ciencia ficción y la fantasía pueden separarse por una línea muy delgada hasta fusionarse. Esto es lo que nos ofrece Linaje ancestral, una combinación de ambos géneros que se antoja curiosa, elegante y atractiva; combinada, que no fusionada. Con forma de relato largo, el libro se narra desde dos puntos de vista. El primero, en pasado y en tercera persona desde la perspectiva de Lynesse, nuestra protagonista que inicia el viaje. El segundo, en presente y en primera persona, desde los ojos de Nyr, el hechicero al que la princesa acude en busca de ayuda. Al principio, esta alternancia entre los dos personajes y los tiempos verbales me chocó, pero pronto se me antojó interesante y un recurso narrativo a analizar. Mientras que la parte de Lynesse está orientada a la magia, a la fantasía, la parte de Nyr es la que muestra la ciencia ficción. Y aquí está el juego de combinar sin mezclar, ya que la línea que separa ambos géneros como decía antes, no es más que un cambio de perspectiva, de punto de vista y de la sociedad en que se viva, con su historia y sus leyendas. Cuando descubrí cómo estaba formada esa combinación de los detalles de cada género, no pude menos que sorprenderme por la imaginación del autor. Sí he de decir que la parte de Nyr me resultó más compleja de leer, por la forma y contenido. Es en la que hay que prestar más atención, interpretar y analizar las relaciones con la parte de Lynesse; pero nada que no se pueda sobrellevar. También me costó entender a veces las confusiones en el intercambio de palabras, al no dominar ambos personajes el mismo idioma, lo cual tuve que asumir sin comprender. No esperéis una gran profundidad en los personajes o en el desarrollo, no es lo habitual en un relato de estas características. Aun así, pienso que cada personaje queda bien definido para que entendamos sus motivaciones y actos. El final, cuando pensaba que se iba a estropear y no lo entendía, quedó bien resuelto e inesperado. |
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