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La historia se desarrolla en un mundo distópico inspirado en una mezcla entre el Imperio romano y la Grecia clásica, en el que los "marciales" gobiernan sobre los "académicos" a los que tienen sometidos e incluso esclavizados. El libro está dividido en capítulos narrados en primera persona por sus dos protagonistas, Laia y Elías, alternándose entre sí. Laia, es una joven que vive con su familia en el barrio académico. Una noche, los marciales irrumpen en su casa en busca de su hermano al que se llevan preso y matan a sus abuelos por tratar de impedirlo. Laia huye y encuentra a la resistencia a la que pide ayuda y acaba convirtiéndose en espía para ellos a cambio de que salven a su hermano. Lo que la llevará a hacerse pasar por la esclava personal de la comandante Keris, la persona más despiadada del Imperio. Allí conocerá a Elías, un joven marcial apunto de graduarse como "máscara" del Imperio que odia su modo de vida y todo lo que el Imperio representa y por ello, está planeando fugarse después de la graduación. Me gusta la literatura juvenil y no voy a negar que me ha enganchado mucho y tengo ganas de leer la segunda parte, pero también es cierto que he tenido la sensación de estar leyendo un libro previamente pensado para ser el próximo taquillazo. Si bien es verdad que la ambientación me ha parecido muy original, el "cuarteto" amoroso resulta muy manido. Y hay algunas referencias en cuanto a lo que se supone que es típico de chicas que tienen un ramalazo un tanto machista. Pero en general ha sido una lectura satisfactoria y muy entretenida. |
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