Estamos ante esas pequeñas joyas literarias que llegan a nosotros de vez en cuando,con un personaje al que poco a poco le iremos sintiendo más cerca nuestra y al que acabaremos cogiendo cariño, Escrita de manera sencilla , ligera y con una ironía delicada. Nuestro personaje es un periodista aburrido y solitario que habla al retrato de su mujer fallecida,aún vive en el pasado,el presente es rutinario y deprimente.Su día a día transcurre con hastio y un fuerte miedo sobre la muerte y la resurrección ,todo esto acompañado con su problema cardiaco ,debido a sus malos hábitos y las pocas ganas de vivir.Esto cambiará en el momento que contrata a un joven periodista para su sección cultural, será un antes y un después,se verá envuelto en problemas políticos en la dictadura de Salazar. Una novela que reivindica la importancia del periodismo en momentos de opresión y de sus graves consecuencias . Sin ninguna duda una novela que recomiendo por su sencillez y donde se realza la bondad,la moral y la integridad con nuestro Pereira,en unos momentos en donde todo ello escacea.
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