Sostiene Pereira

Este pequeño librito es una oda a la libertad de expresión. Eso que damos todos por sentado, desde la comodidad de nuestros estados democráticos. Actualmente, es dificil comprender lo que verdaderamente se siente vivir amordazado. de hecho, como lo haces cuando hablar puede condenarte? Cuando pensar es peligroso? Como aprendes a callarte? Como aprendes a convivir con las aberraciones, teniendo que mirar hacia otro lado? Pues...con MIEDO. Así lo hicieron todos los gobiernos de facto: con el censor que te tacha lo que no corresponde, con el alcahuete de los altos mandos que te mira con suspicacia a ver si pensas feo, con el vecino secuestrado por haberse quejado, con la amenaza, con el secuestro, con la picana electrica, el despellejamiento, el potro, el torno, la sierra, el submarino...Así se calla a un pueblo: gobernando con terror.
Pues imaginense como lo habrá vivido Pereira, que encima era periodista.
El libro es precioso y tiene un final sublime, PEEERO...hoy yo me tomaré una licencia, y en vez de reseñarlo, les voy a contar lo que pasó en mi país. En Argentina tambien vivimos aterrados, también tuvimos que callarnos y también tuvimos que rezar para no ser el secuestrado ni el torturado de turno.
Y en una época donde cualquier nimiedad podía hacer que te consideraran un " elemento subversivo", nadie decía nada y por lo tanto, nadie sabía nada. Los medios eran una quimera intervenida con censores que cruelmente apretaban la mordaza, mas y mas...Pero hubo un hombre.
Un hombre valiente y hermoso que fundó una AGENCIA CLANDESTINA DE NOTICIAS. La agencia eran cuatro desquiciados con maquinas de escribir que mandabanpor correo, cables a otros países,  denunciando lo que realmente pasaba en Argentina. Ese hombre tiene el nombre mas bello de toda la prensa y la literatura argentina: se llamaba RODOLFO WALSH🥺.
Rodolfo luchó, denunció e informó incluso cuando nadie podía hacerlo. Él fue la voz de miles de personas sometidas...y se podría haber ido, se podría haber exiliado...pero se quedó🥺.
En 1977 escribió un documento llamado " CARTA ABIERTA A LA JUNTA MILITAR", en el que denunciaba las atrocidades cometidas por la dictadura militar. La carta termina asi: " esta son las reflexiones...que he querido hacer llegar a los miembros de esa junta, sin esperanza de ser escuchado, con la certeza de ser PERSEGUIDO, pero fiel al compromiso..."
La carta esta fechada el 24 de marzo de 1977...el 25 Rodolfo fue secuestrado🥺.
Lo sabía...pero igual se quedó🥺.

P.d: si quieren leer algo de Rodolfo lean " operación masacre " y/o " quién mató a Rosendo?". También escribía ficción.
P.d2: la razon del titulo " sostiene pereira" y de por qué tantas frases estan encabezadas por esas palabras, es hermosa😍.

Estamos ante esas pequeñas joyas literarias que llegan a nosotros de vez en cuando,con un personaje al que poco a poco le iremos sintiendo más cerca nuestra y al que acabaremos cogiendo cariño, Escrita de manera sencilla , ligera y con una ironía delicada. Nuestro personaje es un periodista aburrido y solitario que habla al retrato de su mujer fallecida,aún vive en el pasado,el presente es rutinario y deprimente.Su día a día transcurre con hastio y un fuerte miedo sobre la muerte y la resurrección ,todo esto acompañado con su problema cardiaco ,debido a sus malos hábitos y las pocas ganas de vivir.Esto cambiará en el momento que contrata a un joven periodista para su sección cultural, será un antes y un después,se verá envuelto en problemas políticos en la dictadura de Salazar. Una novela que reivindica la importancia del periodismo en momentos de opresión y de sus graves consecuencias . Sin ninguna duda una novela que recomiendo por su sencillez y donde se realza la bondad,la moral y la integridad con nuestro Pereira,en unos momentos en donde todo ello escacea.

Tanto la novela como su protagonista son especiales.

Primero conocemos a Pereira, con su vida anodina, trabajando en un pequeño periódico, comiendo tortillas a las finas hierbas, bebiendo limonada y pensando de forma recurrente en la resurrección de la carne… Luego entra en escena Monteiro Rossi, tan diferente a Pereira. Y para cuando nos queremos dar cuenta, estamos metidos de lleno en su historia, que se desarrolla en Portugal, en la época del dictador Salazar.

En 1938, con el fascismo creciendo en toda Europa, hay que decidir si es ético no hacer nada y mirar para otro lado… Tendrás que leer la novela para averiguarlo sostiene Pereira.

Hace años vi la película y me aburrió soberanamente. No me había planteado leer el libro pero siempre pensé que seguramente me gustaría más. al final, gracias a una lectura conjunta le di una segunda oportunidad.

Esperaba de él una buena ambientación por las calles de Lisboa, una ciudad que me encanta, y eso sí lo he encontrado. La Lisboa bajo la dictadura de Salazar (1938) será la que nos acompañe al seguir el día a día de Pereira, un periodista encargado de la sección cultural del Lisboa, un periódico de línea católica. Un hombre viudo que lleva una vida marcada por la monotonía y las costumbres. Su trabajo, las omelettes a las finas hierbas, la limonada y sus conversaciones con el retrato de la que fuera su esposa conforman su rutina. Así que no podemos esperar grandes acontecimientos en este relato. Por suerte encontraremos referencias literarias que enriquecerán la historia y un personaje entrañable en Pereira.

Monteiro Rossi, un joven idealista que empezará a trabajar con él, alterará su rutina y le hará plantearse questiones políticas que desencadenarán en reflexiones filosóficas interesantes, llevándole a despertar de la burbuja en la que vivía para abrirse al mundo que le rodea, pero con las se hubiera podido profundizar más.

La acción se precipitará al final y terminará de forma inesperada pero satisfactoria, dándole sentido y valor a todo lo leído. Pero, aunque el final sea acertado, el camino ha sido demasiado lento, la narración muy monótona, por momentos aburrida. Me ha gustado leerlo, pero no me ha transmitido demasiado. Entiendo que es un canto a la libertad de expresión y una crítica sobre el momento dictatorial que se estaba viviendo en Portugal y en los países europeos, pero su desarrollo me ha parecido pobre.

Para mí, un "clásico" algo sobrevalorado, pero puede ser que mi predisposición para la lectura no haya sido la mejor. No quiero desanimar a nadie para leerlo ya que gusta mucho a la mayoría.

¿Cuántos años tienen que pasar para que un libro se considere un clásico? ¿Y cómo debe enfrentarse el lector ante una obra que ya ha sido más que recorrida por la crítica? Pues de la misma manera en la que el autor ha conseguido conquistar las atenciones y sensibilidades de quienes lo leen: con sencillez, con humildad, con pasos pequeños pero firmes.

Tabucchi ha creado un personaje que, sin grandes atributos, resulta entrañable y al que solo puedes perdonarle que no sea el protagonista de quinientas páginas más. Pereira es un periodista portugués encargado de la sección cultural de un periódico pequeño cuya cotidianeidad se verá afectada tras conocer a un joven, Monteiro Rossi. Un libro que comienza con una reflexión sobre la muerte, el alma, la carne y cuyos temas irán revoloteando sobre el escenario de una Lisboa sometida, solícita y cómplice de la Guerra Civil española.

En el discurso del narrador destaca la fórmula repetitiva con la que Pereira sostiene su mundo diario, sus pensamientos y sus marcadas rutinas y que más que molesta, resulta fundamental para delimitar el carácter reflexivo, íntimo y silencioso del protagonista.

Es también un canto al poder de la literatura, esclava muchas veces de la censura de unos tiempos donde importaba más la ideología de sus trazos que la potencia de su mensaje.

De los momentos que más me han gustado en la novela son las conversaciones con el doctor Cardoso y su teoría de la confederación de las almas y el yo hegemónico. Sin ser un libro que pretenda erigirse como moralizante, propone interesantes debates que pondrán patas arriba la vida de Pereira, fielmente instalada en la rutina y el recuerdo.

En en definitiva la historia de un hombre normal, en cierto modo triste y mediocre, como la mayoría de nosotros, cuya única esperanza es no verse devorado por la ausencia de los que ya no están y por la presencia de un largo páramo donde la única compañía es ser coherente con lo que uno piensa y siente. La transformación de Pereira se da a partir de la consciencia de que hay un conflicto consigo mismo y de que la nostalgia por el pasado, debe ser sustituida por la nostalgia del futuro.
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“Sostiene Pereira que le conoció un día de verano. Una magnífica jornada veraniega, soleada y aireada, y Lisboa resplandecía…”

Así es el inicio de Sostiene Pereira (1994), la novela más famosa de Antonio Tabucchi, redactada como si de una larga declaración ante el juez o la policía se tratara. Una novela que te atrapa y que ningún enamorado de Lisboa, ciudad literaria donde las haya, debería dejar de leer.

Pereira, un veterano cronista de sucesos en el ocaso de su carrera profesional, sometido a una dieta estricta que se salta regularmente y con una grave cardiopatía que pende como una espada de Damocles sobre su cabeza, deja pasar la vida ajeno a cuanto sucede a su alrededor, sin implicarse en los problemas políticos de su tiempo (la historia está ambientada en 1938, bajo la dictadura de Salazar en Portugal), refugiado en su mundo interior, mirando hacia otro lado.

El personaje de Pereira es entrañable: come omelettes y bebe limonadas, traduce textos de autores franceses y tiene largas conversaciones el retrato de su viuda. Su mundo es recogido y apacible, hasta que llega a su vida un joven italiano antifascista, Monteiro Rossi. Todo cambiará a partir de este punto y Pereira abrirá los ojos a la realidad que le rodea y que siempre se negó a reconocer. Cuando todo parece claro y eterno, de repente aparecen las dudas y los pilares de su mundo se tambalean.
(Sigue leyendo la reseña en el enlace):
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Lisboa, año 1938, en pleno régimen Salazarista Pereira es un viejo y sensible periodista que dirige la página cultural de un periódico. Necesitado de un colaborador, entra en contacto con Monteiro Rossi, un joven comprometido políticamente.

Tabucchi nos trae una novela con una trama sencilla en la que no pasan muchas cosas pero que consigue enganchar por su gran protagonista, Pereira, es un hombre tranquilo, sin ideas políticas, aferrado al pasado y dedicado solo a la literatura y al recuerdo de su mujer, muerta pocos años antes, y con cuyo retrato sigue hablando cada día. Pero conocer a Rossi hace tambalear todas sus convicciones y abrir los ojos a la realidad que le rodea y que siempre se negó a reconocer.

Es difícil encontar personajes plasmados con tanta delicadeza como Pereira, pero en este caso, Tabucchi lo ha hecho con creces. El autor nos muestra los pensamientos, acciones, y angustias existenciales de un hombre bueno e íntegro en unos momentos en donde todo ello escaseaba.Y qué bonito ha sido conocer a un hombre que siguió a su corazón y a su conciencia en un trasfondo como el que cuenta la novela.

Decir que está escrita de una forma peculiar donde las palabras “sostiene Pereira” son repetidas con frecuencia, como si se tratara de una declaración ante la policía o el juez. El ritmo es inicialmente lento, lleno de introspecciones y se va acelerando a la vez que aumenta la turbación del protagonista. Para llegar a unas últimas paginas que han hecho que esta pequeña novela se haya convertido en una de mis mejores lecturas del año

Sostiene Pereira que lleva conquistando lectores desde 1994. Sostiene Pereira que fue testigo de como el lector que se encuentra escribiendo esta reseña se quedo completamente enganchado a su testimonio. Sostiene Pereira que todo aquel lector que busque un relato de cronología de la Europa de los años 30 o de denuncia social debe leer su testimonio.

Antonio Tabucchi escribió Sostiene Pereira con el fin de ilustrar la realidad que vivieron los europeos con el auge de los totalitarismos en gran parte del continente. Situando la acción en Lisboa en unos años dónde al otro lado de la frontera Franco comenzaba a hacerse con el poder en España y el nazismo de Hitler estaba más fuerte que nunca, el periodista cultural Pereira intenta alejarse de cualquier denominación política que pueda poner entre las cuerdas su hasta ahora tranquila vida. Todo cambia al conocer a Monteiro Rossi, que entrará en su vida para hacerle cuestionar sus más firmes convicciones.

El protagonista de esta historia es uno de esos personajes que se quedan en el imaginario colectivo. Tabucchi nos cuenta el verano que Pereira cambió, construyendo una evolución del personaje muy acertada y cerrada. Además, la esencia de este personaje es la ternura y la bondad. Un hombre anclado en su pasado que no logra olvidar a la mujer de su vida con la que habla a través de su retrato y que a pesar de ignorar cualquier evento político, es capaz de ayudar sin condiciones a los que cree que merecen ser ayudados.

Una novela corta pero que deja huella, una historia para todos aquellos que busquen relatos de gran calado histórico a través de la visión de un personaje que no quiso formar parte de esa historia.

¡Qué original narrativa la que nos presenta el autor con este personaje! Me ha gustado muchisimo ese juego durante todo el libro con "Sostiene Pereira".
De manera ágil nos marca un contexto histórico difícil y muestra cómo Pereira evoluciona de una manera brutal cuando comienza a encontrar a ciertos personajes en el libro que le "despiertan" algo que él tenía ahí medio escondido.
Muy agradable de leer, eso sí.. No tomaré tortilla francesa ni limonada en una larga temporada jaja

El mes pasado el #vecindarioliterario cumplió un año y para celebrarlo decidimos volver a la ciudad que visitamos con nuestra primera lectura, la bella Lisboa, en este caso de la mano de Antonio Tabucchi y su “Sostiene Pereira”.

Una coletilla, esta de “sostiene Pereira”, que se me ha hecho en extremo repetitiva a pesar de las pocas páginas que conforman la obra, y es que, como podéis intuir, me encuentro ante la lectura que menos me ha gustado de todas las que hemos leído hasta ahora en el vecindario.

Una historia muy atractiva por su trasfondo y su ambientación, pero que no ha despertado ningún interés en mí como lectora ni por sus personajes ni por su trama. Se me ha hecho aburrida en exceso, lenta y repetitiva, y leyéndola no he conseguido experimentar ningún sentimiento destacable.

Una historia corta, con una premisa interesante, cómoda de leer, sencilla en cuanto a su estilo y su estructura, pero que no me ha interesado nada, no me ha enganchado en ningún momento y no ha conseguido que empatice con ningún personaje.

Me consuela que en el grupo ha habido gente que la ha disfrutado muchísimo y la consideran una gran obra, pero por desgracia no ha encajado con mi gusto lector o quizá simplemente es que no era el momento de leerla.