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Lo terminé anoche y hoy siento como el corazón presionado. Debo confesar que antes de la mitad del libro lo iba a dejar, era muy negativo para mí. El estilo de vida que los niños tenían me deprimía, frustraba y desesperaba (eso era lo que la autora quería, obviamente). Necesitabas sentir todo eso para EMPATIZAR con Maya y Loch. Para mí los pobres niños estaban muy confundidos, sin una figura paterna, la ansiedad social de Loch o posible autismo, las responsabilidades en casa, las hormonas de la adolescencia y el amor puro de hermanos, hizo tergiversar su relación. Amor puro, de acuerdo pero de hermanos, familia. Siento mucha pena por ellos pero más por Loch, su decisión fue por amor a su FAMILIA. Él de verdad los amaba y aunque quisiera otro final, es muy real. La vida para algunas personas es así o peor. Definitivamente lo que me dejo este libro es EMPATÍA por las personas. Veo tantas formas de poder ayudarlos pero es solo un libro, en la vida real debe haber peores casos y eso me estremece. |
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