En llamas

Cuanto más pasan los años más me gusta este libro y no lo puedo remediar. Se hace súper ligero y descubres muchos más detalles.

Es increíble cuánto tiempo ha pasado y lo que me sigue gustando esta trilogía. Cuando comencé la relectura de este libro pensé que ya no me iba a gustar tanto como antes y que iba a disfrutar mucho menos que cuando lo leí por primera vez. Para mi sorpresa, no ha sido así.
He disfrutado de nuevo como una enana leyéndolo. He vuelto a sentirme la niña de 12 años que tenía curiosidad por saber lo que estaba leyendo su hermano en sus tiempos muertos y que cuando este acabó la trilogía al completo la dejó encima del escritorio de su hermana animándole a adentrarse en un mundo maravilloso y que hizo que empezara a amar la lectura en todos los sentidos de la palabra.

Fue el comienzo de todo. Fue el libro que necesitaba para darme cuenta de que la lectura es una llave que te abre nuevos mundos e historias distintas con las que te puedes evadir de todos tus problemas y en general, de tu vida. Empiezas a comprender el sentido de las palabras, a sentir la historia, a conectar con los personajes y a aprender muchas cosas de la vida que en el colegio y en el instituto no se enseñan.

En general, la trilogía de 'Los juegos del hambre' ha sido para mí una parte fundamental de mi vida lectora y por ello le tengo tantísimo cariño.

Solo puedo darle las gracias a mi hermano por haberse comprado el primer tomo de la trilogía en el verano de 2010 y haberla dejado encima de mi escritorio, también a mi madre que le dejó comprárselo (sin su dinero no hubiese sido posible jajaj) y a mi amiga Isabel por haberme acompañado durante tantos años leyendo los libros, viendo las pelis y fangirleando (sin estos libros jamás nos hubiésemos hecho tan amigas).

Y por último, pediros perdón por haberos dado tanto la chapa con mis ñoñerías pero era necesario escribir esto.