La Paloma

“ᴘᴇʀᴏ ᴄᴜᴀɴᴅᴏ ᴇɴ ᴜɴᴀ ɢʀᴀɴ ᴄɪᴜᴅᴀᴅ ɴᴏ sᴇ ᴛᴇɴíᴀ ᴜɴᴀ ᴘᴜᴇʀᴛᴀ ǫᴜᴇ ᴄᴇʀʀᴀʀ ᴅᴇᴛʀás ᴅᴇ sɪ ᴘᴀʀᴀ ᴄᴀɢᴀʀ —ᴀᴜɴǫᴜᴇ ғᴜᴇʀᴀ ʟᴀ ᴘᴜᴇʀᴛᴀ ᴅᴇʟ ʀᴇᴛʀᴇᴛᴇ ᴅᴇʟ ᴘɪsᴏ— ᴄᴜᴀɴᴅᴏ sᴇ ᴄᴀʀᴇᴄíᴀ ᴅᴇ ᴇsᴛᴀ ʟɪʙᴇʀᴛᴀᴅ, ʟᴀ ᴍás ɪᴍᴘᴏʀᴛᴀɴᴛᴇ, ʟᴀ ʟɪʙᴇʀᴛᴀᴅ ᴅᴇ ᴀɪsʟᴀʀsᴇ ᴅᴇ ʟᴏs ᴅᴇᴍás ᴘᴀʀᴀ ʜᴀᴄᴇʀ ʟᴀs ᴘʀᴏᴘɪᴀs ɴᴇᴄᴇsɪᴅᴀᴅᴇs, ᴛᴏᴅᴀs ʟᴀs ᴏᴛʀᴀs ʟɪʙᴇʀᴛᴀᴅᴇs ɴᴏ ᴛᴇɴíᴀɴ ɴɪɴɢúɴ ᴠᴀʟᴏʀ. ᴇɴᴛᴏɴᴄᴇs ʟᴀ ᴠɪᴅᴀ ʏᴀ ɴᴏ ᴛᴇɴíᴀ sᴇɴᴛɪᴅᴏ. ᴇɴᴛᴏɴᴄᴇs ᴇʀᴀ ᴍᴇᴊᴏʀ ᴇsᴛᴀʀ ᴍᴜᴇʀᴛᴏ”.

Estas son las cosas que pasan por la cabeza de nuestro protagonista, todo un personaje. Jonathan Noel ha hecho de su vida una rutina. Todo tiene que suceder de esa forma calculada y metódica que a él le da paz. No necesita más para ser feliz que su pequeño apartamento cuarto con baño compartido en Paris, que por cierto está a punto de terminar de pagar. Pero un día ocurre lo impensable.

“ᴄᴀsɪ ʜᴀʙíᴀ ᴘᴜᴇsᴛᴏ ᴜɴ ᴘɪᴇ ᴇɴ ᴇʟ ᴜᴍʙʀᴀʟ, ᴄᴜᴀɴᴅᴏ ʏᴀ ʟᴏ ʜᴀʙíᴀ ʟᴇᴠᴀɴᴛᴀᴅᴏ, ᴇʀᴀ ᴇʟ ɪᴢǫᴜɪᴇʀᴅᴏ, ʟᴀ ᴘɪᴇʀɴᴀ ᴇsᴛᴀʙᴀ ᴀ ᴘᴜɴᴛᴏ ᴅᴇ ᴅᴀʀ ᴇʟ ᴘᴀsᴏ… ᴄᴜᴀɴᴅᴏ ʟᴀ ᴠɪᴏ. sᴇ ʜᴀʟʟᴀʙᴀ sᴇɴᴛᴀᴅᴀ ᴀɴᴛᴇ sᴜ ᴘᴜᴇʀᴛᴀ, ᴀ ᴠᴇɪɴᴛᴇ ᴄᴇɴᴛíᴍᴇᴛʀᴏs ᴅᴇ ᴜᴍʙʀᴀʟ, ʙᴀᴊᴏ ᴇʟ ᴘáʟɪᴅᴏ ʀᴇғʟᴇᴊᴏ ᴅᴇ ʟᴀ ʟᴜᴢ ᴍᴀᴛᴜᴛɪɴᴀ ǫᴜᴇ ᴇɴᴛʀᴀʙᴀ ᴘᴏʀ ʟᴀ ᴠᴇɴᴛᴀɴᴀ. ᴀᴄᴜʀʀᴜᴄᴀᴅᴀ, ᴄᴏɴ ʟᴏs ᴘɪᴇs ʀᴏᴊᴏs, ᴘᴀʀᴇᴄɪᴅᴏs ᴀ ɢᴀʀʀᴀs: ʟᴀ ᴘᴀʟᴏᴍᴀ.”

Esta es la historia de una obsesión. La aparición de una paloma delante de su puerta le paraliza, impidiendole seguir con su rutina, haciendo que su mundo se tambalee y huya de casa a un hotel a la espera de el problema se resuelva solo, tarde los días que tarde. Todo empieza a fallar y la desesperanza se adueña de él, porque “ɴɪɴɢúɴ sᴇʀ ʜᴜᴍᴀɴᴏ ᴘᴜᴇᴅᴇ ᴠɪᴠɪʀ ᴇɴ ʟᴀ ᴍɪsᴍᴀ ᴄᴀsᴀ ǫᴜᴇ ᴜɴᴀ ᴘᴀʟᴏᴍᴀ, ᴇᴘíᴛᴏᴍᴇ ᴅᴇʟ ᴄᴀᴏs ʏ ʟᴀ ᴀɴᴀʀǫᴜíᴀ”.

El relato me ha hecho sonreír más de una vez por lo disparatado de la situación que nos cuenta. Con apenas 96 páginas en la edición de Seix Barral, lo podéis leer de una sentada o, como yo, escucharlo en un par de horas en Nextory.

Me ha gustado mucho.